viernes, 5 de enero de 2007

Para otro día

Y pasan los días, y uno se dice: "lo dejaré para otro día, la vida es muy larga aún, ya viviré más adelante". Lo cual quiere decir: todavía no, esto es el boceto, el proyecto, la vida está en otra parte, este es mi segundo mundo, pero el primero puede esperar. Y uno deja para otro día lo que no es capaz de enfrentar, esas cuestiones importantes que todos hacen ya, el casarse, el tener hijos, llevarlos a la cabalgata de Reyes, esas costumbres de siempre que hay que hacer para sentirse parte de la comunidad.

El artista es el que no se integra. El escritor, como dice John Banville, es como un niño grande, ahí encerrado en su cuarto, jugando, mientras el mundo está en otra parte, atareado con sus Cosas Importantes.

No, todavía no me toca, ya lo haré otro día, ya buscaré otro país más adelante (digamos que este no me gusta demasiado), ya conoceré a una chica decente, culta y amable, ya..., ya..., pero eso nunca llega. No hay más allá de hoy, porque cuando llega ya se ha ido. Y mientras tanto, leemos en los libros las historias de otros, vivimos de chismes, de cuentos, de películas, de una vida que han creado otros, y nos decimos: ya nos llegará el día, como llega un nuevo año, pero sabemos que no será así, que sólo llegan las desgracias, los mil dolores pequeños que nos van haciendo caer.

Uno no crece, uno está siempre en la misma plaza, viendo cómo corren los otros: correr hacia la muerte, a la que se teme, pero esto no se lo digas a nadie, no quiero que piensen que soy un cobarde, aunque lo soy, la vida es dañina y no se puede soportar, por eso uno cae en el alcochol, en otras drogas, uno un día conoce a alguien, se siente trastornado, luego la fiebre baja, el bajón, uno se queda en la cama, sin ganas de salir, esperando otro asalto...

... la vida es ficción, es lo que está al otro lado, es la piedra que se rompe, es la mancha en la sábana, las migas de pan en el mantel, es el baño aquel en la piscina vacía, es esa carretera interminable.

Y cuando te quieres dar cuenta, llegas a la mitad de la vida, esperando que pase algo, Algo Extraordinario, la verdadera vida...

1 comentario:

En el fotograma dijo...

Niñoa grandes. es verdad.
Por eso es tan difícil, a veces más, aceptar las rutinas, porque no queda más que hacerlo. A eso le llaman inmadurez.

Ah, Lukas está lejos de ser un ancianito :)

Abraxo.